En aquel tiempo, Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: - «Sígueme.» Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Los fariseos y los escribas dijeron a sus discípulos, criticándolo: - «¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?» Jesús les replicó: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.»
Comentario personal.-
Gracias Señor por no ser al estilo humano. Gracias Señor por ser Dios aun que seas Hombre. ¿Cuanta ceguera tenían y tienen los fariseos de ayer y de hoy que confunden la limpieza de corazón y las actitudes de bondad o maldad del mismo con el cumplimiento de la Ley? ¿Cómo se atreven a presentarse a te Ti Oh Dios corazón perfecto e inmaculado en actitudes y obras y señalar con el dedo a nadie? ¿Cuantos hay en este mundo que aparentemente cumplen con todo precepto pero maltratan al prójimo y no te respetan a Ti, Señor y Dios de la Vida?
Oración.-
Señor no permitas que mi lengua acuse a nadie en la asamblea, no almenos mientras no logre quitar la viga de mi ojo. Permite Señor y Dios mio, que corrija fraternalmente y con misericordia para poder presentarme ante ti solo con mis delitos pero no con el de manchar el buen nombre de las personas. Amén
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